La baja frecuencia es un tipo de
sonido grave, que en el caso de la música es producido por instrumentos
electroacústicos (bajo y guitarra eléctrica) y/o de percusión (batería, tambor,
timbales, bombo y redoblante) que se pueden potenciar con el uso indebido del
sonido amplificado. Cuando esto sucede, se rompe la armonía entre sonidos y es
percibido por el cerebro como una agresión[1]. De
todos los sonidos existentes es el más molesto y perturbador y el que mayor
distancia recorre a punto tal que es capaz de atravesar paredes, vidrios y ni
siquiera la tierra tiene la capacidad de atenuarlo. Produce vibraciones, tiene
la característica de no ser lineal (se esparce proporcionalmente para todos los
lados igual), es difícil saber de donde viene, no genera acostumbramiento en
quienes lo padecen y dependiendo de su intensidad puede alcanzar una longitud
de onda de 1 a
10 kilómetros
a la redonda. Popularmente se lo distingue como “el golpe del bajo” o el “bum,
bum, bum”.
Se lo denomina baja frecuencia
porque tiene menor cantidad de ciclos (repeticiones) por segundo que un sonido
tradicional ya que opera en una banda de 20 a 200 hertz.
Se la utiliza en la construcción
para derrumbar edificios y en los interrogatorios ilegales para desestructurar
el pensamiento lógico de los detenidos[2].
Utilizar este tipo de sonidos en
un ambiente no acustizado, es en el mejor de los casos una provocación al
vecindario o lisa y llanamente una actitud criminal.
Daño
Al margen de los daños que
producen todos los sonidos graves (ver Efectos en la salud), la baja frecuencia
puede generar enfermedades vibroacústicas[3],
efectos vegetativos, variación del pulso y la frecuencia respiratoria, dolores
de cabeza, irritabilidad[4], desgarros
alveolares, exceso de salivación y dolor al deglutir, fatiga corporal, mareos,
deficiencias motrices, pérdida del equilibrio y desmayos, sensación inusual de
percepción del ambiente, variaciones sobre el habla, imprecisión visual,
dolores y molestias en el oído, enrojecimiento del rostro, vibraciones y
molestias en la pared abdominal, tórax, garganta y alteración del estado
psíquico.
Adicción
Si bien es cierto que no crea
acostumbramiento a quienes la padecen, la baja frecuencia tiene la
particularidad de provocar el efecto contrario a quienes le satisface.
En muchas de las personas en las
que predomina el componente emocional sobre el racional, las bajas frecuencias
producen la pérdida del autocontrol y dominio propio. Por eso los géneros
musicales que hacen uso y abuso de la baja frecuencia son los preferidos de los
locales bailables, recepciones, salones de fiesta, actos políticos, algunas
iglesias, etc.
Anfetamina sonora
Una vez que una persona pierde el control de sí misma por causa de este tipo de sonido, se entrega y está a merced de quien lo emite para consumir lo que este le proponga; alcohol, estupefacientes, consignas políticas o cualquier otro tipo de mensajes. Ese es el motivo por el cual algunos profesionales de la salud la han bautizado con el nombre de "Anfetamina Sonora".
Anfetamina sonora
Una vez que una persona pierde el control de sí misma por causa de este tipo de sonido, se entrega y está a merced de quien lo emite para consumir lo que este le proponga; alcohol, estupefacientes, consignas políticas o cualquier otro tipo de mensajes. Ese es el motivo por el cual algunos profesionales de la salud la han bautizado con el nombre de "Anfetamina Sonora".
¿Cómo se logra este efecto?
Las bajas frecuencias
desencadenan resonancias en el tórax[5] y el
estómago que inducen sensaciones que pueden volverse adictivas. También
ocasionan algo de vértigo por afectación directa del laberinto. Es una
sensación que, una vez superado el rechazo natural, provoca un atractivo en
muchas personas ya que dispara la secreción de adrenalina y otras hormonas.
[1] MICELI, José Humberto.
2011.”El impacto de la tecnología y la falta de educación musical”. http://diarioepoca.com/274176/El-impacto-de-la-tecnologia-y-la-falta-de-educacion-musical/
[2] BELLO, Jorge. 2009.
“Cuando se utiliza la música como una forma de tortura”. http://bello.cat/uno043.pdf
[3] KOGAN MUSSO, Pablo. 2004. “Análisis
de la eficiencia de la ponderación “A” para evaluar efectos del ruido en el ser
humano”. http://www.fceia.unr.edu.ar/acustica/biblio/kogan.pdf
[4] JACKSON, Percila. “Efectos
nocivos de la exposición a vibraciones de baja frecuencia apenas audibles”.
Traducido al español por Ana María Guevara. http://www.ehowenespanol.com/efectos-nocivos-exposicion-vibraciones-frecuencia-apenas-audibles-info_192576/
[5] MIYARA, Federico. 2007. “Ruido,
Juventud y Derechos Humanos”. http://www.fceia.unr.edu.ar/acustica/biblio/juventud.pdf
EXCELENTE ARTÍCULO, MUCHAS GRACIAS
ResponderEliminarMe parece excelente tu aporte, muchas gracias. Saludos.
ResponderEliminarExcelente! para el proximo articulo te voy a pedir consejods de como parar eso en nuestro hogar y nuestro ambiente, ya que muchos autos tambien tienen ese tipo de resonanacia y frecuencias.Saludos
ResponderEliminarSi por favor , consejos , sufro las vibraciones procedentes del piso de la lado y me están enfermando . No se como compensarlas . Muchas Gracias
ResponderEliminarEn ocasiones los propietarios de pisos para que susinquilinos se marchen de una forma voluntaria entre co
Eliminarmillas usan aparatos que generan vibraciones de baja frecuencia es algo que me está pasando en la actualidad.te sentirás como que tienes un ronroneo en tu cabeza o como un motor con sonido sordo que te afecta, el sueño tu estado de ánimo o apetito esto es demandable instala un apps en tu teléfono móvil frecuensimetro grabarlo y ve a la policía.
http://www.armas-electronicas.net/armas-acusticas-infrasonidos-y-ultrasonidos/
EliminarPinches vecinos de abajo, todo el puto dia con su bocina chafa amplifica a todo volumen, me cagan sus pinches bajos, se creen los mero mero. Cuando en realidad son unos pinches nacos pobres con su pinche ruidero de bajos������
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