Unidos por el Silencio pide celeridad a los concejales para evitar otro Cromagnon

La Coordinadora Interbarrial contra los Ruidos Molestos Unidos por el Silencio emitió un comunicado en el que advierte a la ciudadanía que la mayoría de los locales bailables (más conocidos como boliches) que funcionan dentro de la ciudad no poseen las medidas de seguridad necesarias para garantizar la vida de cada uno de los jóvenes que allí concurren.

Tarea de inteligencia llevada a cabo por familiares de integrantes de la Coordinadora dieron como resultado que la gran mayoría de lo que se conoce como boliches no son otra cosa que construcciones precarias que lejos están de reunir los requisitos mínimos en cuanto a materiales (la mayoría son ígneos), higiene e instalación eléctrica.

 “Si por algún accidente, ocurriera un incendio dentro de alguno de estos locales, tendríamos otro Cromagnon seguro”, manifestó uno de los informantes de la organización.

 Asimismo explicó que es lamentable ver el estado de algunos jóvenes a la salida de estos locales, completamente ebrios y/o drogados que ningún remisero quiere llevar. Además cuando se retiran orinan, vomitan y otras aberraciones en veredas de casas de familia lindantes, lo que resulta repulsivo para quienes al otro día deben limpiar semejante inmundicia.

Por todos estos motivos y porque con el ruido del volumen de la música que se genera dentro y fuera de estos locales, hay gente que solo puede dormir tres noches a la semana es que Unidos por el Silencio pide a los señores concejales que traten y aprueben en forma urgente el Proyecto de Sanción y Ordenamiento del Ruido que prevé la construcción de un complejo retirado de la ciudad en el que se puedan realizar este tipo de actividades sin perjudicar al resto de la comunidad.

“Cada vez hay más gente armada dispuesta a hacer justicia por mano propia, por esta razón y porque no queremos más adelante tener que pedir la destitución ni el juicio político de nadie, es que solicitamos a los ediles que tomen conciencia de la gravedad de esta situación y cuanto antes ordenen la afectación de un predio para construir con estructura edilicia adecuada; salones de fiesta, boliches y otros centros de diversión nocturna, donde funcione un Centro de Salud con personal y equipamiento especializado para prevenir y atender de forma inmediata casos de alcoholismo, intoxicación, y demás eventos de índole sanitario que se puedan producir”.

Para tranquilidad de los padres, “sugerimos que a la entrada del Complejo se instale un destacamento policial con móviles y cantidad de personal necesario para evitar incidentes que pudieran derivar en pérdidas de vidas humanas”.

Finalmente añadieron: “Un proyecto de estas características (al que adhirieron casi 4000 personas) permitirá a los jóvenes tener un lugar exclusivo para disfrutar de la noche con la protección sanitaria y policial que hoy no tienen. Al resto de la ciudadanía; tener paz, disfrutar del descanso y conservar su salud”.

“Los señores concejales tienen la última palabra y esperemos que no se equivoquen, hay muchas vidas en juego”, concluyeron.