"No tenemos lucha contra carne y sangre, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. " Efesios 6:12

sábado, 31 de diciembre de 2011

Editorial

La no modificación del Código de Nocturnidad, pese a las presiones de la Federación de Comparsas, fue apenas la frutilla del postre que coronó un año muy importante en la historia de Unidos por el Silencio.
El 2009 fue nuestro primer año y lo recordaremos siempre porque en él conseguimos dos ordenanzas muy importantes como fueron la de la creación de la Oficina de Control de Ruidos y Vibraciones y la de la baja de decibeles que adecuó el marco normativo a lo que establecía la Organización Mundial de la Salud, pero en el 2011 Dios nos bendijo de una manera extraordinaria porque obtuvimos 17 logros y algunos de ellos trascendieron las fronteras de la provincia y el país.
“Lo más importante fueron las tres ordenanzas (limitadores acústicos, Código de Nocturnidad y duplicación de multas por ruidos molestos), los dos debates públicos, las dos charlas científicas, ser tapa de todos los medios gráficos y del diario digital más importante de la provincia que es momarandu.com, salir en los medios nacionales, instalar el tema del ruido domiciliario y obligar a los funcionarios a ocuparse de él. Asímismo despertar la conciencia de la gente en distintos barrios de la ciudad, construir un blog y contactarnos con personas de otros países, incorporar damnificados por ensayos de comparsa, evitar que se modificara el Código de Nocturnidad y como si eso fuera poco, a través del esfuerzo de otros vecinos, dos objetivos muy importantes: que se construya un corsódromo para sacar el carnaval de la ciudad y la Fiesta del Chamamé de las Mil Viviendas.
Ahora tenemos que consolidar estas conquistas y avanzar en otras direcciones.
La agresión sonora, especialmente la que deviene de la música a alto volumen, televisión y videos ha proliferado desenfrenadamente y se ha introducido en lugares en los que nunca se le debió permitir el acceso: iglesias, hospitales, centros de Salud, escuelas, reuniones familiares, comedores, restaurantes, hoteles, gimnasios, transporte público de pasajeros, celebraciones religiosas, actos protocolares, círculos sociales, etc. Esto requiere un esfuerzo mayor de nuestra parte, debemos crear una contracultura para que la balanza vuelva a estar en equilibrio y el único camino es la lucha individual y colectiva.
Cada vez que alguien suba el volumen, debemos pedirle que lo baje porque nos molesta y si no se aviene a hacerlo, debemos discutir, retirarnos del lugar y denunciar el hecho de todas las formas posibles. Solo así quienes lo producen entenderán que hay un número cada vez mayor de personas a las que les molesta y esto los hará recapacitar y retroceder poco a poco.
Por otro lado, en cada localidad debemos tratar de juntarnos con personas a las que también les molesta, pertenezcan o no al mismo barrio y armar grupos, hacer reuniones periódicas, presentarnos en los medios de comunicación, explicar todos los perjuicios que el ruido trae para la salud y la convivencia social, entrevistarnos con los funcionarios y tratar de comprometerlos para ponerle freno a la situación.
Esfuércense y sean valientes, al que cree todo le es posible, como dice el versículo que encabeza este blog y en mí siempre van a encontrar alguien dispuesto a ayudarlos para terminar con este flagelo y a integrarlos con otras personas que viven la misma situación en otras partes del país.
Jorge Horacio Echeverz

Publicado por diario digital momarandu.com Disponible en sitio web:

viernes, 23 de diciembre de 2011

La Federación de comparsas no logró
modificar el Código de Nocturnidad

A pesar de las intensas gestiones realizadas por Belén Jantus, la Federación de Comparsas no logró que se modifique sobre tablas el Código de Nocturnidad y se otorguen permisos especiales para los ensayos de comparsas.
Los concejales resolvieron por unanimidad, girar el proyecto del concejal Justo Estoup que proponía la modificación de los artículos 30 y 31 a las comisiones de Salud y Medio Ambiente y de Legislación, Juicio Político y Asuntos Constitucionales, con lo cual no será tratado hasta el mes de marzo del 2012 cuando se reanuden las sesiones ordinarias.
Los miembros de la Coordinadora contra los ruidos molestos Unidos por el Silencio agradecieron a los concejales que no hayan habilitado el tratamiento sobre tablas del Código de Nocturnidad y que se posponga la discusión para el año próximo.
“Queremos agradecer especialmente a los concejales Payes, Romero, Selman y Gasparini que se comprometieron a no acompañar el tratamiento sobre tablas y a Justo Estoup que accedió al pedido nuestro de no intentar habilitar el tema en la última sesión del año realizada ayer jueves 22 de diciembre”.
“Creemos que si alguien quiere modificar algo del Código, debe seguirse la metodología utilizada para su creación, esto es la convocatoria a los vecinos afectados y al resto de las partes intervinientes y no hacerlo sobre tablas”, subrayaron.
De esta manera, los ensayos de comparsas no podrán realizarse en clubes ni en lugares abiertos durante la temporada 2011-2012 y solo podrán efectuarse en instalaciones cerradas donde el ruido no salga y afecte a terceros.
A la sesión, concurrió César Casco, referente de los damnificados por los ensayos de comparsa quién manifestó que vive en un edificio ubicado en Tucumán y 9 de Julio y ni siquiera puede hablar con su familia cuando las comparsas ensayan en el Club Sportivo.

Vecinos del Aeropuerto se oponen al Corsódromo
Por otro lado, ingresó en el orden del día de la última sesión del Concejo Deliberante del año 2011 una nota presentada por los vecinos del barrio Aeropuerto Piragini Niveiro que expresan su disconformidad con la construcción del Corsódromo en el Aeropuerto, considerando que “existen otras necesidades prioritarias de las que el estado debería ocuparse como la luz eléctrica y el agua potable”.
En dicha nota mencionaron además los distintos perjuicios que causaría la construcción del Corsódromo de la ciudad de Corrientes en la zona cercana al aeropuerto.

Publicado por diario digital momarandu.com Disponible en sitio web:

Publicado por diario Epoca. Disponible en sitio web:

Publicado por Diario El Litoral de Corrientes. Disponible en sitio web:

Nota:  Foto de integrantes de Unidos por el Silencio tomada a la entrada del Concejo Deliberante. Gentileza de Luis Paniagua y Alejandra Durand de diario Epoca.

jueves, 15 de diciembre de 2011

FIESTAS CLANDESTINAS

En la escuela Eloy Ortega se violaron tres
ordenanzas y no se dejó descansar a los vecinos

Directivos de la escuela Eloy Ortega del barrio 17 de Agosto permitieron que en la madrugada del último martes se realizara en el patio una fiesta con música a alto volumen que violó tres ordenanzas municipales.
El espectáculo arrancó a las cero horas (24 del lunes) del día martes con unos enormes y potentes equipos de sonido que propalaban la voz del locutor y la música en un radio de ocho manzanas a la redonda.
Ante tamaña agresión, algunos vecinos llamaron a la radio municipal y para su sorpresa, el operador de turno les informó que iba a tratar de comunicarse con los inspectores de ruidos molestos pero no era seguro porque “a veces, no atienden la radio”.
El episodio, que demuestra una vez más la falta de respeto hacia los vecinos y de apego a las leyes vigentes, es particularmente grave porque proviene de una escuela que tiene la responsabilidad de educar y formar a sus alumnos.
Integrantes de la coordinadora contra los ruidos molestos Unidos por el Silencio invitan a reflexionar “¿Qué tipo de educación puede impartir esta escuela si promueve la práctica de escuchar música a alto volumen (perniciosa para la salud), de realizar fiestas fuera del horario escolar, de molestar a los vecinos y no dejarlos descansar y de violar flagrantemente las ordenanzas 5148, 5385 y 5460?”
Cabe señalar que la ordenanza 5148 establece un máximo de 30 decibeles para el ruido nocturno en zonas residenciales y de viviendas, la ordenanza 5385 en su artículo 2, inciso “g” prohibe la producción de música a cielo abierto o con cerramientos parciales y la ordenanza 5460, impide realizar espectáculos de este tipo a menos de 200 metros a la redonda de establecimientos educativos (la escuela Eloy Ortega está a menos de 100 metros de la Escuela 955).
“Creemos que el ministerio de Educación debería sancionar a los directivos, separar a los docentes que participaron de este despropósito y emitir una circular en la que se prohiban este tipo de espectáculos en todas las escuelas que tengan viviendas alrededor”, concluyeron los vecinos.

Publicado por el diario El Litoral de corrientes. Disponible en sitio web:

Publicado por el diario digital momarandu.com. Disponible en sitio web:

miércoles, 7 de diciembre de 2011


Reconocimiento a los concejales Alfredo 
Vallejos y Juan José López Desimoni

La coordinadora contra los ruidos molestos Unidos por el Silencio envió un comunicado en el que expresa su agradecimiento a los ediles Alfredo Vallejos y Juan José López Desimoni por haber realizado una importante tarea legislativa contra la violencia acústica que incluyó el convencimiento a sus pares, la elaboración de una ordenanza modelo con participación vecinal como es la Oficina de Control de Ruido y Vibraciones y el acompañamiento a través del voto de otras cuatro leyes fundamentales como son la baja de decibeles (que adecuó los límites de la contaminación acústica a lo que establece la Organización Mundial de la Salud), limitadores acústicos, Código de Nocturnidad y duplicación de las multas.
“Se portaron muy bien con nosotros, nos acompañaron en momentos difíciles, seguramente los vamos a extrañar a partir del 10 de diciembre cuando dejen sus bancas y le deseamos que Dios les retribuya todo el bien que nos hicieron y los colme de bendiciones en sus carreras políticas”.

Publicado por diario digital momarandu.com Disponible en sitio web: 

jueves, 1 de diciembre de 2011

Neurólogo afirma que la música a alto volumen
genera hipertensión, colesterol y daños cerebrales

El doctor Domingo Ameri, uno de los fundadores de la neurología en Corrientes, realizó una exposición en la que advirtió que la práctica de escuchar música a alto volumen genera hipertensión arterial, colesterol, hipoacusia, neurosis, aumento de adrenalina y daños cerebrales como la pérdida de memoria y disminución de la capacidad intelectual.
Ameri, quien se recibió de médico en la Universidad Nacional de Córdoba y llegó a Corrientes en el año 1947, fue uno de los primeros neurólogos de la región y hoy luego de una larga experiencia internacional ha decidido volcar sus conocimientos en un tema que afecta la salud de gran parte de la población como es la violencia acústica (comúnmente denominada ruidos molestos).
En ese marco, opinó que en los locales bailables “la música nunca debería superar los 70 decibeles porque a partir de alli comienzan a dañarse los dos oídos y si se sigue subiendo, también se alteran los receptores del cerebro que son necesarios para la percepción”.
“Sin embargo, todos sabemos que cualquier música en un boliche está a 80 decibeles mínimo por eso siempre digo que el que concurre a esos lugares es un sordomudo porque no habla ni escucha”.
Al respecto, agregó “todos debemos entender que el oído humano no está preparado para recibir sonidos superiores a los 70 decibeles y los que se exponen a volúmenes mayores durante todos los fines de semana serán sordos irremediablemente porque una vez que se pierde la sensibilidad auditiva no se recupera más”.

La prueba científica
Luego explicó que esto es fácilmente demostrable porque “en la consulta médica para saber si una persona tiene su oído normal siempre se le hace escuchar sonidos de 20 decibeles y cuando no lo puede detectar es porque tiene algún problema. Casi nadie que asista a un boliche o tenga la costumbre de escuchar música a alto volumen puede percibir este tipo de sonidos, lo que implica que tiene un cierto grado de hipoacusia (sordera).
Posteriormente informó que el oído no solamente sirve para oir sino que también cumple un papel fundamental en el equilibrio y la seguridad. “cuando se daña el tímpano una persona puede perder el equilibrio y caerse con frecuencia”, subrayó.
Por otro lado, aclaró que “el no dormir de noche por propia decisión o por voluntad de terceros a causa del ruido es gravísimo para la salud y provoca hipertensión arterial, colesterol (aumento de grasas en las arterias) y daños cerebrales como alteración de la memoria, parálisis facial, migraña y disminución de la capacidad intelectual”.
“Una persona que no duerme de noche, reacciona mal, se vuelve neurótico porque su cerebro está perturbado”.

Corrientes, un triste récord
Más adelante y en relación a una consulta comentó “fuera de Corrientes, no conozco otro lugar en el mundo donde se permita actuar a un grupo de cumbia en una casa de familia que no reúne las condiciones acústicas necesarias para que el ruido no salga y afecte a terceros”.
En el último tramo de su conferencia, arrojó una cifra escalofriante “en el mundo hay 38 millones de sordos y un gran porcentaje de ellos se debe a los ruidos molestos y especialmente a la música a alto volumen, la pirotecnia y al sonido de las motos con escape libre”.
Finalmente se refirió al rol y la responsabilidad del estado “no es posible reducir enfermedades como la hipertensión y el colesterol, si primero no se ataca el ruido”.