"No tenemos lucha contra carne y sangre, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. " Efesios 6:12

sábado, 4 de octubre de 2014

RUIDO EVANGÉLICO

Si queremos adorar a Dios, debemos respetar al prójimo 

Muchos desean y desesperan por encontrar la comunión con Dios pero la buscan mal. Dios no es sordo, no le hace falta que le gritemos, ni le aplaudamos fortísimo, ni que pongamos parlantes, ni amplificadores de sonido; si es a Dios a quien queremos adorar, debemos hacerlo primeramente respetando al prójimo.
Muchas iglesias evangélicas ponen la música muy fuerte con la intención que algo de esa música toque a quienes pasen por fuera o a algún vecino, pero sería mas efectivo no invadirlos haciéndoles escuchar a la fuerza algo que ellos no elijen e ir a sus casas con respeto y amor a predicarles el evangelio de Jesucristo. Ahí sí, podríamos invitarlos, pero si ya nos odian porque somos irrespetuosos, no creo que quieran conocer a nuestro Dios.

No imponer
Muchos olvidan que Dios es un Dios de orden, de amor, de respeto, e imponen. Mi experiencia personal en las iglesias es que cuando cantamos todos juntos a capella mi espíritu se conecta con el de Dios y, por el contrario, cuando la música está muy fuerte, la sufro, me distraigo y no puedo establecer una relación con el Señor en ese lugar, donde vamos, en parte, a adorar a Dios, alabarle y disfrutar el ida y vuelta en la comunicación con Él.

Haciéndonos los sordos para no escuchar a Dios
Con respecto a quienes aún no lo conocen, es cierto que el ruido del mundo nos aleja de Dios. Esa es la idea del enemigo, que estemos distraídos en tantas cosas, música, televisión, ruidos, porque los ruidos ayudan a no pensar, y si no pensamos no sentimos cargo de conciencia, no tenemos de qué arrepentirnos. En otras palabras, nos hacemos los sordos para no escuchar la voz de Dios.

Cantar con orden y respeto
Si querés encontrar a Dios, buscalo en el silencio, leyendo su palabra, y cuando quieras podes cantarle con amor, con sentido, a conciencia, con orden y respeto, como para Dios.
Dios los bendiga.

Carla González Landívar
Hermana de una Iglesia Cristiana Evangélica
Integrante de Vecinos Autoconvocados por la Problemática de la Nocturnidad
Miembro de Red de vecinos contra ruidos molestos y contaminación acústica
La Plata

2 comentarios:

  1. Muy acertado lo suyo Carla. Es lamentable, muy lamentable que líderes y pastores hayan permitido que el mundo entre en la iglesia en vez de la iglesia entrar al mundo, en cuanto a la música de la alabanza. Una hermana dijo una vez que se confunde altar con escenario, triste pero gran verdad. El altar debe ser sagrado, para rendir homenaje a DIOS y no para que un grupo de músicos toque la música que quiera, al volumen que quiera, sin importarle que los creyentes sufran, aprueben o no ese tipo de música o sea la alabanza es para su ego, NO para DIOS. Los pastores deberían preguntarse si esa es la alabanza que agrada a Dios y no permitir cualquier cosa con tal que los jóvenes no se vayan. Si se van es porque no estaban allí por Dios, lo importante no es tener una iglesia llena, es tener una iglesia VERDADERAMENTE CRISTIANA. Una iglesia muerta no es aquella en la que hay orden, se prioriza la enseñanza de la palabra de Dios, se alaba con música suave, con himnos, como dice la biblia, donde hay amor y respeto por el hermano y deseos de crecer y servir. Esa es la Iglesia de Jesucristo. Una iglesia muerta es donde hay un montón de gente HACIENDO BOCHINCHE, sin respetar miembros ni vecinos, dando un pésimo testimonio, haciendo que la gente rechace el evangelio en vez de acercarse a él.

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  2. Gracias por su respuesta Hermana Noemí, muchos/as hermanos/as sienten lo mismo, que el volumen está muy alto pero no se animan a decirlo porque temen ofender a Dios, por eso yo también quiero aclara que ¡Dios nos guarde de juzgar las manifestaciones del Espíritu Santo!! los himnos son hermosos, espirituales y muy solemnes pero también hay muchos canta autores contemporáneos que han realizado hermosas creaciones de alabanza y adoración a Dios y lo han hecho de todo corazón. Nuestro objetivo es concientizar sobre el volumen, y no sobre el contenido (el volumen permitido para estar cumpliendo con las normas y el que no moleste a quienes tienen sus oídos mas sensibles que otros, aunque sea solo por ser solidarios); fuera de esto que cada quien adore y alabe a Dios como guste. Muchas bendiciones!!

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