"No tenemos lucha contra carne y sangre, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. " Efesios 6:12

sábado, 27 de septiembre de 2014

Silencio para escuchar la voz de Jesús

Elías, quién ha andado mucho llega casi al final totalmente tenso y agotado. No sabe si quiere seguir adelante y Dios le dice: “Elías, sube a la montaña porque voy a aparecer”. Así que Elías sube a la montana y sale un viento de la montaña y lo mueve violentamente pero Dios no está en el viento. Después se produce un terremoto pero Dios no está en el terremoto. Luego hay un incendio que cubre la montaña pero Dios no está en el incendio. Más tarde llega la pequeña y quieta voz de Dios.
Hay una gran discusión acerca de qué es esa voz porque la palabra hebrea no se refiere a un sonido que puedes escuchar con tus oídos como audible. Algunos traductores interpretan que la voz de Dios recién llegó cuando todo lo otro había pasado y reinaba una paz absoluta que permitía escucharla.
Dios no estaba en el viento, no estaba en el terremoto, no estaba en el fuego, estaba en el silencio.

¿Por qué es tan difícil hacer silencio?
Más de183 millones de personas se exponen regularmente al ruido marcado como excesivo por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
¿Tenés un teléfono celular con mensaje de voz y correo electrónico? ¿Una televisión? ¿Una radio prendida todo el día? ¿Un equipo de música con sonido amplificado?¿Sentís que Dios está lejos? ¿Quisieras que la voz del Dios se escuche más y mejor en tu vida? ¿Existe relación entre la cantidad de ruido que permitimos y nuestra incapacidad de escuchar a Dios?
Prueba lo siguiente, acomódate en tu silla y empieza a respirar lentamente.
Moisés y los sacerdotes que eran levitas dijeron a todo el pueblo: “Calla Israel, y escucha” Deuteronomio 27:9, “escuchen su corazón y cállense” Salmos 4:4.
El SEÑOR está en su templo sagrado, que toda la tierra calle ante Él Habacud 2:20.
Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estais cansados trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Mateo 11:28.
Si no estoy quieto y no escucho ¿Cómo me dará Jesús mi descanso?
¿Has pasado la misma cantidad de tiempo preocupado y hablando de tus situaciones difíciles que en silencio, escuchando lo que Dios podría tener que decirte?
¿Por qué es más fácil hablar que escuchar?
Jesús se retiraba a lugares solitarios y oraba. Lucas 5:16. El silencio era una disciplina normal para Él.
¿Cuándo estuviste por última vez en un lugar solitario? ¿Qué tiene el silencio de difícil? ¿Por qué es más fácil rodearme de ruido y seguir adelante que detenerme, callar y escuchar? ¿A cuánto ruido me expongo voluntariamente?¿Mi horario, tiempo y vida se parecen al de una persona que quiere escuchar la voz de Dios?
Quizás la sanidad y guía que necesitamos desesperadamente no vendrá de una reunión más o de otro sermón, ni de un libro de auto ayuda sino simplemente de escuchar la voz de Jesús.
¿Realmente crees que la voz de Él es más importante que las que te rodean?
Es posible que hayas buscado a Dios en los vientos, terremotos e incendios. El sigue esperando que hagas silencio para poder hablarte.

Fernando Miño
Integrante del grupo de alabanza
Iglesia Evangélica Congregacional
Corrientes
Argentina

1 comentario:

  1. Hno. Fernando Miño, excelente reflexión! se puede ver que Ud. tiene esa comunión con Papá Dios, la que muchos desean y se desesperan por encontrar, pero buscan mal. Es lo que siempre pensé, es mas, el momento que paso en mas intimidad con Dios es cada vez que me pongo los tapones de siliconas para bloquear el sonido de la música de un Restaurante que funciona como boliche ilegalmente. La primera vez que usé los tapones fue molesto, doloroso, pero le encontré la parte buena, ese silencio que me permitía escuchar la presencia de Dios. Tengo una hermana hipoacúsica que siempre tubo una fluida y hermosa comunión Dios hasta que se puso los audífonos, el ruido del mundo, escuchar problemas, escuchar chismes, etc, la ha afectado y ha cambiado esa relación, ahora extraña lo que tenía con Dios. Por otro lado cabe agregar que Dios no es sordo, no le hace falta que le gritemos, ni le aplaudamos fortísimo porque es para Dios, ni que pongamos parlantes, ni amplificadores de sonido; si es a Dios a quien queremos adorar debemos hacerlo primeramente respetando al prójimo, muchas iglesias evangélicas ponen la música muy fuerte con la intención que algo de la música toque a quienes pasen por fuera o a algún vecino, pero sería mas efectivo no invadirlos haciéndoles escuchar a la fuerza algo que ellos no elijen e ir a sus casas con respecto y amor a predicarles el evangelio de jesucristo, y ahí si, invitarlos, pero si ya nos odian porque somos irrespetuosos no creo que quieran conocer a nuestro Dios. Muchos olvidan que Dios es un Dios de orden, de amor, de respeto, e imponen. Mi experiencia personal en las iglesias es que cuando cantamos todos juntos a capella mi espíritu se conecta con el de Dios, y por el contrario, cuando la música está muy fuerte lo sufro, así que estoy atendiendo otra cosa y no puedo establecer una relación con el Señor en ese lugar donde vamos, en parte, a adorar a Dios, alabarle y disfrutar el ida y vuelta en la comunicación con El. Con respecto a quienes aún no lo conocen, es cierto que el ruido del mundo nos aleja de Dios, esa es la idea del enemigo de Dios, que estemos distraídos en tantas cosas, música, Tv, ruidos, porque los ruidos ayudan a no pesar, y si no penamos no sentimos cargo de conciencia, no tenemos de que arrepentirnos, en otras palabras, nos hacemos los sordos para no escuchar la voz de Dios. Si queres encontrar a Dios buscalo en el silencio, leyendo su palabra, y cuando quieras podes cantarle con amor, con sentido, a conciencia, con orden y respeto, como para Dios. Dios los bendiga!

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