Intendente de Tandil impulsa
decreto para prohibir
bajo, batería, guitarra eléctrica y
baile en bares y pub
Para que la gente pueda comer tranquila y los vecinos no
ser molestados, el intendente Miguel Angel Lughi impulsa un decreto que no
permite el uso de instrumentos electroacústicos
(bajo y guitarra eléctrica), de percusión
(batería, bombo, tambor, redoblante y platillos) y viento (saxofón, flautas y cornetas) en bares, restaurantes, pub y
otros locales gastronómicos de la ciudad de Tandil.
La medida también dispone “un máximo de dos micrófonos
conectados a un único amplificador, un uso máximo
de dos instrumentos musicales, un límite de 3000 watts de potencia para el
parlante” y la “obligación de poseer un limitador sonoro en las consolas”, de
modo de regular los ruidos que produce la música.
Además exige “vidrios dobles” en puertas y
ventanas, “estudios de insonorización previos realizado por un especialista en
Seguridad e Higiene” y ordena “utilizar materiales aprobados por normas IRAM” y
que las puertas y ventanas del local permanezcan cerradas mientras dure el
número musical.
En el artículo cuarto aclara “no se
autorizarán instrumentos de percusión, de viento y/o tubular, generadores de
ruidos molestos, tales como baterías, saxofón, flautas, cornetas, guitarras
eléctricas, bajos y/o similares”.
Posteriormente Lughi advierte que para
habilitar este tipo de espectáculos deberá realizarse “un estudio de ruidos
molestos al vecindario”, efectuado por un especialista en la materia, que
también deberá acreditar una serie de requisitos profesionales.
Sin
gritos ni saltos
El artículo quinto “prohíbe totalmente la
promoción y ejecución de actividades bailables, la generación de gritos y/o
saltos de personas que puedan producir molestias al vecindario o poner en
riesgo la seguridad psicofísica de las personas que se encuentren en el local”.
Más adelante, establece los horarios
permitidos para “el ejercicio de la actividad” que serán: de domingo a jueves,
hasta las 23:30 horas y las madrugadas de sábado y domingo hasta las 2 de la
mañana.
Finalmente, se informa a los interesados
que estas disposiciones deberán estar visadas, controladas y aprobadas por la Dirección de Inspección
General y Habilitaciones del Municipio (que conduce actualmente Alejandra Marcieri)
antes de obtenerse el permiso correspondiente y se consigna que el Poder
Ejecutivo se reserva el derecho de “pedir que se amplíe, adecue y/o modifique
cualquiera de los requisitos”.
Con este decreto Lughi trata de que la música se ejecute
con instrumentos de cuerda, sea
suave, no irrite a los comensales y tampoco afecte a los vecinos.
Insensibilidad
La agrupación de Músicos Independientes de Tandil en lugar
de comprender la medida, el derecho de terceros, y reconocer que los comedores
no son locales bailables, consideraron ridículos los requisitos, se niegan a
tocar solo con dos micrófonos y caen en el absurdo de negar que la batería
pueda generar ruidos molestos.
Publicado
por diario La Voz
de Tandil. Disponible en sitio web:
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