Vecinos del barrio 17 de
Agosto piden al vicegobernador
Gustavo Canteros que los respete y no los moleste más
Gustavo Canteros que los respete y no los moleste más
Los vecinos que viven en el
barrio 17 de Agosto están que trinan porque el vicegobernador Gustavo Canteros
se ha dedicado a utilizar los espacios verdes para promover música a alto
volumen.
El fin de semana pasado llevó
escuelas do zamba a la plaza del Mercosur que provocaron un ruido infernal que
se escuchó ocho cuadras a la redonda y en la jornada del último sábado, grupos
de Rock que martirizaron a los moradores de la zona y provocaron numerosas
denuncias tanto en el Municipio como en la Policía.
“Pensar que a la gente que vive
en este barrio se la conquista con ruido y música a alto volumen, es una falta
de respeto a la dignidad de cada uno de los ciudadanos que viven aquí”,
manifestó Jorge Echeverz, coordinador general de la Asociación Unidos
por el Silencio.
Luego agregó “evidentemente
Canteros nunca vivió en este lugar ni tampoco lee los diarios, porque si no
sabría que el 17 de Agosto es uno de los barrios que produce la mayor cantidad
de agresiones acústicas que existen en la ciudad y por eso mismo es el barrio donde
nació Unidos por el Silencio, el que más cantidad de personas aporta a nuestra
organización y el que mayor número de denuncias por ruidos molestos realiza
tanto a la Comuna
como a las fuerzas de seguridad.
Posteriormente explicó “lamento
mucho tener que dirigirme de esta forma a quién estimo porque fue mi preceptor
en la escuela secundaria, pero no me queda más remedio porque esta empecinado en
abusar de este recurso que es muy molesto y dañino, para salir en los medios y
obtener el rédito político que no consigue en su gestión como vicegobernador”.
Más adelante afirmo “espero que
recapacite, Corrientes se merece un vicegobernador serio, que trabaje, y si
verdaderamente está interesado en la integración religiosa como leí en algunos
medios, que convoque a los líderes espirituales de distintas congregaciones a
su despacho y acuerde políticas de estado. Llevar bandas de rock y cumbia para
obligar a los demás a escuchar lo que no desean no es integración religiosa, es
una agresión y un atentado a la libertad de elección de las personas”.
Finalmente advirtió “si persiste
en su tesitura, los vecinos van a denunciarlo penalmente por todos los daños y
problemas de salud que está ocasionando con su inconducta, ya que varias
personas resultaron perjudicadas, tuvieron un pico de presión y pueden
acreditarlo”.
Publicado por diario digital Momarandu.com Disponible en
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