ASOCIACIÓN DE OTORRINOLARINGOLOGÍA APOYA PEDIDO
Unidos por el Silencio consiguió respaldo de
institución científica para la baja de decibeles
La Coordinadora contra los Ruidos Molestos Unidos por el Silencio que en la mañana del miércoles se reunió con la Comisión de Salud del Concejo Deliberante obtuvo el aval de la Asociación de Otorrinolaringólogos de Corrientes que en la persona de su presidenta Rosa Wetzel de Gálligo y de su secretaria Patricia Prieto de Reyes, concurrieron al recinto para apoyar el pedido de que se baje a 30 la cantidad de decibeles permitidos para el ruido domiciliario.
Las profesionales advirtieron que la pérdida de la audición es irreversible y que en la ciudad de Corrientes el cuadro general es bastante delicado debido a que hay muchos traumatismos agudos producto de la exposición a la música a alto volumen o al sonido ensordecedor de las motocicletas que utilizan escape libre.
Además explicaron que los ruidos molestos no solamente producen daños en el oído sino que generan estrés y otras patologías como la hipertensión arterial que termina destruyendo la salud.
Por tal motivo también solicitaron a la Comisión de Salud el dictado de normas para regular la cantidad de decibeles dentro de locales bailables y evitar una próxima generación de sordos.
Ante la gravedad de la situación, Cantalicia Encinas (presidente de la Comisión ) se comprometió a trabajar en la modificación de la ordenanza 1472/84 y aceptó la propuesta de Unidos por el Silencio de crear una Comisión de Control y Seguimiento integrada por representantes del ejecutivo y legislativo, instituciones científicas como la Asociación de Otorrinolaringólogos y organizaciones que nucleen a vecinos afectados para que luego de reformar la normativa vigente se garantice la aplicación de la misma y la actualización periódica que requiera la evolución de la tecnología.
Los integrantes de la Coordinadora entregaron a la presidenta de la Comisión trabajos científicos internacionales donde consta que a partir de 30 decibeles el ruido influye negativamente sobre el sueño de tres formas diferentes: mediante la dificultad o imposibilidad de dormirse, causando interrupciones que si son repetidas pueden llevar al insomnio y disminuyendo la calidad del sueño, volviéndose menos tranquilo y acortándose sus fases más profundas, originando aumento de la presión arterial y el ritmo cardíaco, vasoconstricción y cambios en la respiración.
Por todas estas cuestiones, miembros de la organización insistieron con la solicitud de que además de la baja de decibeles, se eliminen los picos frecuentes y escasos que establece la ordenanza 1472 porque da un margen de tolerancia de hasta 20 decibeles que permite a los inspectores no aplicar sanciones cuando corresponde.
En el encuentro, también estuvieron presentes los concejales Juan José López Desimoni, Gisela Gasparini, Miriam Coronel y Manuel Cuevas (autor del único proyecto modificatorio de la ordenanza 1472/84).
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