EN EL 17 DE AGOSTO NO HUBO PAZ EL FIN DE SEMANA
Unidos por el Silencio pide urgente
reforma del proyecto de Cuevas
La Coordinadora contra los ruidos molestos Unidos por el Silencio informó que en la tarde del sábado, vecinos del barrio 17 de Agosto, no pudieron descansar, estudiar y disfrutar de un día familiar a causa del excesivo ruido generado por la música a alto volumen.
Al respecto, los integrantes de la agrupación explicaron que los vecinos que viven en el mencionado barrio tuvieron que soportar durante la mañana y hasta las 13.30 horas música en volumen alto que salió de la vivienda situada en la esquina del Sector 2, Manzana “H”, frente a la Central Transformadora de Energía. A pesar de llamar a la Radio Municipal y solicitar un inspector de Saneamiento Ambiental, nadie se hizo presente en el lugar. Este barrio viene siendo castigado por el ruido domiciliario desde hace tiempo y fue uno de los que más integrantes aportó a la Coordinadora. Pero desde hace poco más de un mes, se agregó a la lista de martirios, un salón de fiestas que construyó la empresa Transporte Sequeira, ubicada en ruta 12 casi Cazadores Correntinos, que funciona sin habilitación municipal pero con el consentimiento explícito de la comuna.
El domingo 16 de Agosto, víspera del feriado nacional, vecinos que viven a 600 metros del lugar fueron a las 2 de la mañana hasta la casa del Subsecretario de Control Urbano Raúl Nicolini, para pedirle que parara el escándalo. Éste que recién llegaba a su casa, llamó a un inspector y le dijo que desactivara. El inspector, que más tarde se identificó como de apellido Quiroz, pidió apoyo policial a la Comisaría 18 y concurrió al lugar en un móvil de Fiscalización Externa. Pero para sorpresa de estos vecinos, al regresar a la calle Trento, donde lo estaban esperando para que cumpliera la orden de su jefe, les dijo que no podía porque era un lugar privado y había gente de mucha plata. Y al insistir los vecinos, les respondió que no podía labrar ni siquiera un acta de infracción porque no había traído el decibelímetro y se negó a ir a buscarlo, aduciendo que él era inspector de Comercio y que el de Saneamiento Ambiental lo tenía bajo llave y había faltado. También se negó a acompañar a los vecinos a radicar la denuncia policial para pedir la intervención del fiscal y desalojar el lugar, que no contaba con habilitación para funcionar como Salón de Fiestas y que continuó molestando hasta la mañana del día siguiente.
Urgente reforma del proyecto de Cuevas
Por todas estas razones, Unidos por el Silencio pide con urgencia que el Concejo Deliberante reforme el proyecto del concejal Cuevas para bajar en todos los domicilios el nivel de decibeles a lo que establecen los estudios científicos internacionales para poder conciliar el sueño sin alteraciones (30), que se eliminen los picos escasos y frecuentes que establece la ordenanza 1472 del año 1984 y que se forme una Comisión de Control y Seguimiento con participación de los vecinos, para que luego de aprobada las mencionadas modificaciones, se garantice el cumplimiento de la mismas.
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