CRECE EL RESPALDO CIUDADANO

Vecinos del Pío X y Pueblito Buenos Aires 

piden que los decibeles se bajen a 30

Agobiados por el estrés, las interrupciones en el sueño y la pésima calidad de vida que padecen a causa de la música a alto volumen que colocan sus vecinos, moradores de los barrios Pío X y Pueblito Buenos Aires se sumaron a la Coordinadora contra los Ruidos Molestos Unidos por el Silencio para solicitar que la cantidad de decibeles permitidos no superen los 30.

En el caso del barrio Pío X, los vecinos que se sumaron a esta organización explicaron que están artos de tener que tolerar todos los días el ruido domiciliario de un grupo de muchachones que se juntan a tomar alcohol en la calle Mendoza al 2488 y sacan los bafles a la vereda, encienden el equipo de audio a todo lo que da y molestan a las personas que desean leer, estudiar y vivir con tranquilidad.

Otro tanto informaron que sucede con una vivienda que está construyendo el INVICO, pegado a una farmacia que está en Mendoza al 2470. En ese lugar hay una familia que todas las siestas pone la música fuerte y abre las ventanas para que escuche todo el barrio.

“Así no podemos vivir más, nuestros hijos tienen dificultades para estudiar en nuestra propia casa y en la escuela no entienden lo que se les enseña porque no pueden dormir de noche y nosotros no rendimos lo que deberíamos en nuestros trabajos porque nos cuesta concentrarnos después de tener que despertarnos entre dos y tres veces por la noche y no poder descansar a la siesta”, advirtieron.

Por este motivo y al enterarse públicamente que la Organización Mundial de la Salud recomienda no más de 30 decibeles para poder conciliar el sueño sin alteraciones, decidieron sumarse a Unidos por el Silencio y apoyar este pedido para que se reformen cuanto antes las ordenanzas que actualmente establecen 55 para el día y 45 para la noche.

En el barrio Pueblito Buenos Aires, uno de los vecinos denunció que la situación es insoportable porque todos los fines de semana se alquila para baile y fiesta una quinta ubicada sobre avenida Centenario (Revidati) y el volumen de la música hace que la mayoría de los habitantes del lugar no puedan conciliar el sueño.

Por otro lado y como si fuera poco, mencionó que en la calle Samuel Morse al 800 hay una casa de “familia” a la que concurren jóvenes de todos los barrios cercanos, especialmente Sol de Mayo y Quinta Ferré que amanecen todas las noches escuchando equipos de audio a volumen alto.

Ante esta situación y otras que se viven a diario en otros barrios de la ciudad, como el 17 de Agosto, Lomas, Progreso, Unión, Arazaty, Costanera II, 250 Viviendas, Ex Aero Club, Libertad, Ponce, Santa Rita II, Laguna Seca, Pompeya, San Jerónimo, Galván, Molina Punta, Juan de Vera, Sur, La Olla , Kupervaser, Güemes, Yapeyú, Independencia, Víctor Colas, San Antonio Oeste y las 192 Viviendas, Unidos por el Silencio pide a los concejales que se baje el rango de decibeles establecido en la ordenanza 1472 del año 1984 a 30, se eliminen los picos escasos y frecuentes que dan una discrecionalidad de 20 decibeles a los inspectores y que estos valores se exijan para todos los domicilios particulares a fin de que la ciudadanía pueda tener “salud” y vivir con dignidad.