Nicolini se comprometió a tomar medidas para garantizar un buen servicio
El subsecretario de Control Urbano Raúl Nicolini, informó a los integrantes de la Coordinadora Interbarrial contra los Ruidos Molestos Unidos por el Silencio que de ahora en más, está en condiciones de garantizar un buen servicio en materia de ruidos molestos.
El funcionario explicó que mediante una resolución interna, el intendente Carlos Vignolo lo autorizó para tomar medidas y sanciones disciplinarias con aquellos inspectores que no cumplan con su trabajo.
Por tal motivo, acordó un plan de trabajo conjunto con los miembros de la Coordinadora que consistirá en realizar un seguimiento estricto a cada una de las denuncias que se efectúen a la Radio Municipal para medir la efectividad del servicio y detectar quienes son los inspectores que cumplen y los que no, con la misión que les ha sido encomendada. A tal efecto, se programaron reuniones semanales en las que el responsable del área de Control Urbano pidió a cada uno de los que forman parte de Unidos por el Silencio que anoten día y hora en que llamaron a la Radio Municipal y los resultados que obtuvieron de esa llamada.
“Nombré tres personas que tienen la responsabilidad de hacer que el servicio funcione, los operativos se realicen y los que molestan a sus vecinos con el volumen de la música, sean sancionados y obligados a cambiar de actitud”, puntualizó. Además, acotó que de ser necesario requerirá el auxilio de la fuerza pública para terminar con este tema que aqueja a gran parte de la comunidad.
Dentro de este nuevo escenario, el subsecretario de Control Urbano coordinó con Unidos por el Silencio un operativo en el barrio La Olla , nuevas inspecciones en el Sindicato de Luz y Fuerza, en la Diferencia Fiestas (ubicada en la avenida Independencia) y el boliche Rivera, al tiempo que se comprometió a actuar enérgicamente en el barrio 17 de Agosto para que se modere el volumen del sistema de alto parlantes que posee la Iglesia Católica , ubicada sobre Cazadores Correntinos, que en la noche del último domingo no dejó descansar a los vecinos de varias manzanas a la redonda.
En tal sentido, los miembros de la Coordinadora explicaron que una cosa es que la población católica del 17 de Agosto haga una vigilia en la capilla y otra muy distinta es que quieran obligar compulsivamente al resto del barrio, a escuchar cada una de sus actividades.
Siguiendo con el barrio 17 de Agosto (uno de los que más integrantes tiene en la Coordinadora ), los vecinos pidieron que se realicen operativos para exigir a los carritos de la rotonda que bajen el volumen de la música porque a veces impiden el descanso y la tranquilidad de numerosas familias y lo mismo le plantearon en torno a la parrilla Puente Pexoa y al recinto aledaño a la estación de servicio que se utiliza para bailes los fines de semana.
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